Horacio Quiroga




Hola a tod@s. Os quiero hablar de este magnífico escritor uruguayo.Es uno de los mejores autores de cuentos del siglo XX por lo que os propongo leer un cuento para comprobarlo.Ya me diréis.

Tuvo una vida llena de fatalidades, la cual afectó a su manera de escribir donde la presencia de la muerte es constante.

Os dejo un audio que os valdrá de resumen para conocer la vidad de este autor.

Pincha aquí para escucharlo

Y un cuento para que opinéis.





El almohadón de plumas.

Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.

Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.

La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.

En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.

No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.

Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.

—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja—. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada.. . Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.

Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.

Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.

—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.

Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.

—¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.

Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.

Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.

—Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay que hacer...

—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.

Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.

Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.

—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.

Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados dél hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.

—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.

—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.

La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.

—¿Qué hay?—murmuró con la voz ronca.

—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.

Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.

Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.

Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

Horacio Quiroga.1905.


Para los valientes que han llegado hasta aquí os dejo esto:

Video montaje



Eso es todo.Arriba,a la derecha,está la página de bachillerato,os dejo unas actividades.Un saludo.

Recuerdo(opinión personal)



Os dejo una canción del cantautor madrileño Ismael Serrano para que deis vuestra opinión personal.

La he elegido porque, a mi entender,el final es abierto,y no hemos opinado sobre ningún tipo de obra así. Yo he discutido en varias ocasiones que pasa por la mente de los personajes, en especial de la mujer, y nunca llego a un acuerdo, a ver que decís vosotros.

Sin más preámbulos os dejo el tema aquí:

"Recuerdo".La memoria de los peces(1998).Ismael Serrano.




Me levanto temprano, moribundo.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro ilumina el vagón.

Esos gestos traen recuerdos
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.

Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.

En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.

A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.

Me levanto decidido y me acerco a ti,
y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"
Y una sonrisa tímida responde:

"Perdone, pero creo que se ha equivocado".
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años".

Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.




¿Qué os parece? Opinad.




Para facilitaos la tarea os voy a dar un guión para seguir:

1.Resume en unas tres líneas el texto.No debes copiar líneas y se deben sintetizar las principales acciones y personajes de este.

2.Establece el tema.El tema de una obra de arte debe ser una frase breve, de carácter abstracto que explique el sentido de la obra.Así si vemos una película como "Titanic" podríamos decir que su tema es el amor más allá de las las clases sociales y las circunstancias.

3.Explica este tema basándote en ejemplos del texto que te hayan llevado a elegir este tema.Tienes que justificarlo.

4. Relaciónalo con otras obras de arte o con elementos de tu propia vida que aclaren tu opinión.

5. Valoración del mismo. Aquí viene "lo del me gusta o no me gusta",no debe ser una lista de los mejores momentos,se puede destacar alguna parte,pero se trata de dar razones detrás de cada valoración.

Los ejercicios los podéis publicar directamente en los comentarios,así servirán de ayuda a vuestros compañeros.

Recordad que en esta canción el final es importante ya que es subceptible de varias interpretaciones,o ¿no?.

Os dejo otra dos canciones que también me gustan por si queréis conocer un poco más a este poeta:

La canción más triste del mundo,llamada "Un muerto encierras":




Una de buen rollo,llamada "Sucede que a veces":




Y una graciosa,escrita a modo de falsa noticia titulada Tierna Y Dulce Historia De Amor:






Ánimo.Fuerza y honor.Saludos.

Iva e iba

Hola a tod@s.Hay que trabajar la ortografía,los exámenes y los ejercicios están llenos de incorrecciones.

Visitad esta página y empezad a hacer los ejercicios en orden y con orden:


pulsa el botón izquierdo del ratón sobre estas letras( a esto se le llama coloquiálmente,pinchar).


Ánimo.

"El Reencuentro de Viola y el Barón"


Supongo que ya sabéis quien son estos personajes.Para cerrar el ciclo del libro os dejo una canción de Pedro Guerra,de su disco Ofrenda.En esta se centra en los episodios de relación amorosa,es curioso como ha conseguido adaptar fragmentos del libro en la letra de la canción.

Sin más preámbulos:



He vivido trepado a los árboles,
desde arriba cacé jabalíes,
tuve incluso un amigo bandiodo,
leí muchos libros, canté y escribí.

-¿Has vivído colgado en las ramas
de los árboles sólo por mí?
¿Me amarás por encima de todo?
Cosimo la mira y le dice que sí.

Y pinta un corazón como un tesoro,
como un secreto que se esconde entre las hojas
y dentro una canción,
Cosimo quiere a Viola
mucho mucho, tanto tanto,
mucho más que tanto, a Viola.

-¿Has traído hasta aquí otras mujeres?
Él le dice que no,
bueno sí.
-pero nada te iguala en el mundo
y Viola responde -tú que sabes de mi.

Y descubren los mapas que esconden
cada cual en su forma de ser,
y desnudos durmiendo en un roble
bebieron los rayos del amanecer.

Y siempre el corazón,
como un tesoro
como un secreto que se esconde entre las hojas,
y dentro la canción,
Cosimo quiere a Viola
mucho mucho, tanto tanto,
mucho más que tanto, a Viola.

"Lo que quieras, seré lo que quieras",
eso fue lo que él quizo decir,
pero dijo -soy sólo el que soy
y seré para siempre reflejo de mi.

Ella quiso decir "yo te quiero,
como seas te habré de querer",
pero dijo -sé tú, para siempre,
tú sólo y adiós-
a las rama se fue.

Y ahí queda el corazón,
como un tesoro,
como un secreto que se esconde entre las hojas
y dentro la canción
Cosimo quiere a Viola
mucho mucho, tanto tanto,
mucho más que tanto, a Viola.


¿Qué os parece?...Opinad.



Fuerza y honor alumn@s.